Comenzamos un nuevo ABP al cual hemos titulado “Un huerto
en mi cole”. Con este proyecto queremos potenciar el desarrollo integral de
nuestro alumnado. Cómo poder potenciar estos aprendizajes con el huerto y cuáles serían nuestros planteamientos era nuestro punto de partida. Por un lado, queremos enfrentarlos a unas situaciones
de aprendizajes, que además de ser funcionales porque les van a servir para el
desarrollo de sus vidas cotidianas, les enfrente a comprender y participar de
manera activa de su realidad más cercana.
Al ser un proyecto enmarcado dentro del Proyecto Aldea
que desarrollamos en nuestro centro, durante la estación del otoño comenzamos
con los preparativos del mismo: diseño de las zonas a sembrar, riego,
preparación de la tierra, plantas que podíamos sembrar en esta época del año,
cuidados necesarios, etc.
Durante este segundo trimestre, y aprovechando que muchos
de ellos están dando sus frutos, es cuando vamos a desarrolla propiamente dicho
nuestro ABP, trazando una serie de actividades de investigación, profundización
y acción que nos lleve al conocimiento y cuidados de nuestro huerto.
Para ello, hemos organizado diferentes actividades y
tareas finales por niveles. Por ejemplo, estamos elaborando compost orgánico,
abono líquido ecológico, un espantapájaros, un hotel de insectos y bolsas
aromáticas. También estamos montando nuestro pequeño mercado en el edificio de
infantil donde podemos encontrar los productos de la huerta ecológica, un
semillero y una tienda de aromáticas.
Cada nivel está estructurando el trabajo por equipos para
favorecer en el alumnado el trabajo cooperativo en el aula.
Estaba todo planificado, pero sólo nos faltaba una
actividad motivadora que nos sirviera de hilo conductor para guiar nuestras
investigaciones. Como nos encontramos ante unas edades (3-5años) donde los
niños y niñas de estas edades tienen mucha imaginación y creatividad, quisimos
adentrarnos en su mundo mágico e inventarnos una pequeña historia sobre unas
hadas que viven por el huerto.
En una de nuestras visitas al huerto nos encontramos con
la sorpresa de una caja que contenía, un hada mágica con un mensaje en su
interior, y es que debía permanecer en nuestra clase.
Nuestra sorpresa fue aún mayor cuando descubrimos que en
el resto de clases también tenían sus propias hadas. Todas eran hijas del mago
del huerto, y por lo tanto hermanas que vivían en nuestro huerto y querían
estar en nuestras clases. A nuestra clase llegó Coly, y al día siguiente
conocimos a su hermana Sandy. Las semanas siguientes llegaron Fresita, Menta,
Arco Iris y Maravillas.
Estas hadas son inquietas y por las noches, mientras
nosotros dormimos y descansamos, ellas hacen travesuras. Nos cambian de sitio
los objetos o materiales del aula, cuidan del huerto, nos dejan notas con
actividades muy chulas, dibujos, e incluso un libro sobre el huerto.
También nos sirve para gestionar las emociones y
conflictos que surgen en el aula. Un buen abrazo del hada lo arregla todo.
Nosotras las maestras hemos llegado a la conclusión con esta actividad que debemos aprender a soñar en grande como lo hace un niño…
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